lunes, 23 de marzo de 2009

Mejor una Pilsen!

Llego a cenar con dos personas más a un restaurante nuevo: El Álamo, en Moravia.
Tomaron una casa que se estaba alquilando desde tiempos de Juanito Mora, y la convirtieron en un restaurante, metiéndole una fortuna en el proceso. Debo decir que les quedó muy bien. La plata se les acabó en el momento de comprar los cuadros y las plantas, pero les quedó muy bien.

Llega una de las 10 meseras, perfectamente peinada, pintada y siguiendo todas las instrucciones de su capacitación, al pie de la letra; incluso su cara de "recuerden que este es un restaurante Ex-Clu-Sivo, por lo que hay que hacer una distinción de clases".

- ¿Qué van a tomar?
A mi derecha pidieron una Heineken, a mi izquierda un Chianti. Yo opto por pedir la mejor cerveza costarricense según varios maestros cerveceros de reconocimiento internacional: No una Imperial, no una Bavaria... una Pilsen.

- Disculpe caballero, no tenemos Pilsen. Tenemos Peroni, Grolsch, Carlsberg...
Interrumpo: - Esteee... pero ¿no tienen cerveza nacional?
- Nosotros ofrecemos únicamente Bavaria.
(como una patada en las colas)

Ya una vez me había pasado. Pero era en Escazú. Casi que lo entiendo... El dueño abre un bar y piensa "A ver... aquí hay gente con plata, pero la GRAN MAYORÍA es gente a la que "le gustaría" tener plata y le deben el Bímer al banco, así que como la Bavaria es la cerveza de los de plata, y la Pilsen y la Imperial son de los polos, en mi bar se vende únicamente Bavaria."

Debo decir que meses después pasé por el lugar y vi que el bar había quebrado. Hasta bien me sentí, admítolo pese a las enseñanzas cristianas católicas apostólicas de mi santa madre.

Regresando al tema...
Me da playada por los maes de El Álamo, porque realmente se ve que le pusieron bonito y tienen un lugar bastante lindo. Pero no puedo quedarme callado porque esa burda negación-de-la-patria-únicamente-en-pro-de-las-apariencias lo tomo como un insulto personal, y merece un par de comentarios.

1. Si va a jugar de conocedor, ofrezca Pilsen. Si va a jugar de rico, cambie los cuadros de 30 rojos comprados en la Feria al Aire Libre. Vea que si llega un conocedor de cerveza y de arte, el churrasco debe ser REALMENTE BUENO para que vuelva.

2. Si va a jugar de extranjero, hágalo en Escazú, donde calza. Si va a poner el restaurante en Moravia, dése con una piedra en el pecho que no llega el mae "al que se le quemó el ranchito" a pedir monedas. Mi amigo entra en camiseta, yo en jeans, ¿y le dan importancia a la cerveza? En Mónaco a mí no me hubieran dejado entrar y a mí amigo le hubieran dado un saco "para que se sienta más cómodo", le hubieran dicho. Y él hubiera pedido una Pilsen de Mónaco mientras yo lo espero tomándome una en lata en el A-EME pensando "me hubiera puesto los dockers".

3. Si quiere un sibarita-motiv y cuidar las apariencias, en lugar de no ofrecer una cerveza nacional, preocúpese por no poner un CD de Beethoven dejándolo correr (mucho más si es un concerto movimiento tras otro), quite las plantas de plástico y esconda la alarma para que no se vea desde las mesas.

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A todo esto: La carne del lugar es espectacular, y el servicio excepcional. Si fuera de vino o de agua en lugar de Pilsen, regresaría una y otra vez.

jueves, 5 de marzo de 2009

Dueños de negocios ticos piden la competencia de multinacionales

Cuando voy a Condovac siempre paro a medio camino por un desayunito.
Yo soy de los que se despiertan a las 4am y quieren salir con el sol, para aprovechar todo el día en la playa en la más comehuevo. Me gusta hacer una parada a medio camino, y pedirme un pinto como Dios manda (no está en la Biblia, pero es "con huevo, natilla, pancito, y un buen café").

La cosa es que voy en mi carro y comienzo a ver las vayas publicitarias de un lugar "El Caballo Blanco". Veo una, veo dos, veo tres... digo "Voy a parar por el esfuerzo publicitario, buena nota con el mae que le está poniendo bonito al negocio".

Pedimos pinto con extras, café, refrescos, cuanta cosa. Somos 4 personas.
En la primera cucharada nos vemos a los ojos. Si usted sabe cuál es la cara de "¿Esta vara es comida de gallina?", esa es exactamente la que pusimos.
Sin embargo seguimos, en el ride de vamos-a-la-playa-no-te-amargués.
Al final me cobran como si la comida hubiera sido buena, lo suficiente como para levantar las cejas. Pago la cuenta de los cuatro ya seguro de que voy a escribir aquí únicamente por la comida.
Sin embargo...

Vamos saliendo y veo que entre el café y la pepsi no llego a mi destino, así que me devuelvo al baño mientras todos salen.
Veo una cámara fría, de refrescos, y pienso que es buena idea comprar una botella de agua Cristal para el camino.
La saco de la cámara y se la doy a la cajera, le paso mi tarjeta de crédito.
Me dice "Pago con tarjeta son mínimo mil colones"
Me río y le digo "Esto cuesta 700"
Me repite como si no hubiera entendido, "Por eso. Para aceptar tarjeta tienen que ser mínimo 1000".

- Señorita. Acabo de pagar una cuenta de cuatro personas contando extras para todos.
- Lo siento mucho, son órdenes.

- PLOP!
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De regreso de Condovac, paso poniendo gasolina en una bomba.
Está Shell, Texaco, Total, y la gasolinera del tico pulseándola, con sus charquitos de aceite, máquinas despintadillas y baño con ganchito para cerrar la puerta. Digo "El mae es tico, la está pulseando. Que él se deje mi plata".
Me bajo para comprar un agua.
Le paso mi tarjeta de crédito.
- Si paga con tarjeta son 100 colones más.
- ¿Por qué?
- Porque si paga con tarjeta son 100 colones más.
(pensé en aprovechar para hacer un experimento y ver si nos daban las 2pm, pero estaba apurado).
Le digo "¿Está consciente de que por 100 pesos ya no voy a llenar el tanque, y no voy a pedir nada de tomar para nadie y vamos cuatro?"

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Paso por una gasolinera de cadena gringa, lleno el tanque, entro al whatever-mart y compro un chocolate de 240 colones. Lo único que la cajera me dijo fue "Muchas gracias".

Obviamente ni la cajera del restaurante ni el maecillo de la gasolinera tienen la culpa. Son tan obedientes e inteligentes como la cajera que ni se inmutó al recibir una tarjeta para pagar un chocolate.

Hay dos culpables:
Los dueños de los locales, que nunca llevaron Mate-125 y no se dieron cuenta que el 5% de comisión es lo mismo para cualquier monto.
Los inoperantes de las tarjetas, que se dejan que los negocios ILEGALMENTE no nos permitan comprar lo que queremos.

Irónicamente en ambos casos traté de darle mi dinero a un tico en lugar de aun extranjero, y ellos fueron los que se encargaron de que la próxima vez sea distinto.